Catarata

Aunque el glaucoma es una enfermedad muy frecuente, actualmente no existe ninguna estrategia de un tratamiento conservador.


Para prevenir la creciente pérdida de la capacidad visual y evitar siguientes enfermedades oculares, la única posibilidad es el cambio del lente “viejo” propio por uno artificial. Sin operación el proceso de la enfermedad sigue progresando y puede conducir a la ceguera. Este procedimiento rutinario es una de las cirugías oculares realizadas con más frecuencia, es segura y baja en complicaciones.

ANTES DE LA OPERACIÓN

Un examen antes de la intervención es importante porque se evalúa el estado de la enfermedad, la influencia en la capacidad visual y según el caso la existencia de otras enfermedades oftalmológicas. Evaluamos precisamente qué lente es el adecuado para mejorar al máximo su capacidad visual. En los últimos años, las posibilidades de corregir prácticamente cada defecto visual mediante un ajuste individual del lente, se han desarrollado mucho y podemos ofrecerle soluciones para ver óptimamente desde lejos (lente monofocal), para lejos y visión de cerca (lente multifocal) así como una para todas las distancias (lente vari o trifocal), también se puede corregir un astigmatismo. Las ventajas y desventajas las vamos a explicar detalladamente en una consulta personal.

LA INTERVENCIÓN


La intervención dura aproximadamente 15 minutos:


  • Se anestesia el ojo mediante gotas oculares, es decir como en caso de una anestesia local no va a sentir dolor, solamente una leve presión.

  • Se hace un pequeño corte de aproximadamente 2 mm lateral en la córnea para tratar la catarata.
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Se divide el lente viejo y se le extrae mediante una sonda de ultrasonido.
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A través de la apertura, se introduce el lente nuevo, se despliega automáticamente y se realiza el ajuste fino del lente.

  • Con esto termina la intervención y después de una hora puede salir de la clínica.