Tratamiento con bótox

El tratamiento con la toxina botulínica está autorizado para el tratamiento de cefaleas tensionales y migraña crónica. El estudio PREEMPT [4] muestra que este tratamiento puede tener eficacia suficiente. «El tratamiento con toxina botulínica puede reducir a la mitad los días de dolor (...) para muchos pacientes. Solo para los pacientes con los que fracasa este tratamiento o no aporta eficacia suficiente se indica el tratamiento por anticuerpos, mucho más costoso y cubierto también por los seguros sociales», afirma el Prof. Diener. [Al artículo científico en alemán...] Este tratamiento también puede aliviar las cefaleas en racimos, pero (todavía) no está autorizado para esta indicación.

La toxina botulínica se emplea en neurología desde principios de la década de 1980 como fármaco autorizado en el tratamiento primario de determinados trastornos motores, las denominadas distonías focales. Estas son patologías como el blefaroespasmo (espasmo en el párpado), la distonía oromandibular (contracción de la boca, la lengua y la garganta), el tortícolis espasmódico. Para los síntomas focales de la espasticidad y las distonías segmentales o secundarias también se puede continuar el tratamiento con la toxina botulínica.

Entre ellos contamos los espasmos hemifaciales, las ataxias por afectación del nervio facial, así como determinados síndromes espasmódicos en adultos y en niños, pie equino espástico, para pacientes con parálisis cerebral, por espasticidad de miembro superior tras un accidente cerebrovascular (ACV o ictus) o una espasticidad focal de la mano y muñeca tras un ACV. Para estas indicaciones siempre se inyecta por vía intramuscular o subcutánea. El éxito del tratamiento con mejoría hasta la desaparición temporal de los síntomas se encuentra en el 90 % para el blefaroespasmo y entre el 60 y el 80 % para el tortícolis.

Otras aplicaciones son:

  • Disminución de la hiperhidrosis (sudoración excesiva)
  • Hipersalivación (p. ej., en pacientes con la enfermedad de Parkinson o con esclerosis lateral amiotrófica